"Dulcinea: la piel deshabitada"
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Coreografía: Victoria Lozano
Música: Arvo
Part “Fur Alina”
Mozart - Piano Concerto No. 23 in A, K. 488
Duración: 5:01
minutos
Dulcinea vive en una ilusión, es
la imagen del espejo en la que todos proyectamos nuestros ideales sin
atrevernos a vivirlos. Nos libera de la verdad, de la cruda encarnación y su
posterior putrefacción, así nuestros rígidos esquemas nos mantienen en la zona
de confort sin mojarnos, sin arriesgarnos, sin el compromiso de vivir lo que
nos toca vivir.
Dulcinea invisible, intocable,
no se accede a ella pues está prisionera en los barrotes de la mente y en un
lugar muy distante, siempre en el horizonte. Dulcinea, sin embargo, quisiera
ser de carne y hueso, y está hecha de
dolor, de sufrimiento y de ansias de volar en libertad.
Dulcinea, al fin, se libera de
su imagen, de su piel sin habitar y se escapa por las rendijas del espacio y
del tiempo.
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"Despertar"
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